jueves, 23 de diciembre de 2010

La Esencia de la Navidad

Desde hace unos años atrás, la navidad ha devenido en lo que era una fiesta Cristiana, en una fiesta pagana. Cada año, año tras año, los mass media insisten en celebrar una navidad sin el Niño Jesús. Cada veinticinco de diciembre se habla del espíritu de la navidad. Y aquí nos preguntamos ¿Qué es el espíritu de la navidad? ¿Cómo es ese espíritu de la navidad? Si pensamos en las películas de navidad, en su mayoría hablan del espíritu de la navidad, y en ninguna se hace referencia al nacimiento del niño Jesús, ni por asomo. Entonces volvemos a preguntarnos ¿Cuál es ese espíritu de l a navidad? ¿En que consiste?

El espíritu de la navidad que nos muestran los más media, en general tiene un carácter ‘inmanente’, consiste en hacer cosas buenas por el otro, tener buenos deseos, buenos propósitos, hacer feliz con un regalo a alguien, alegrar al que esta triste; hacer cosas que humanamente son loables, pero ahí queda y nada más importa. Sin embargo creemos que, más que hablar del espíritu de la navidad, deberíamos hablar de la Esencia de la Navidad, que a diferencia del espíritu de la navidad, tiene un carácter ‘trascendente’. Y es que la esencia de la navidad es aquel acontecimiento que nos introduce en el misterio de la divinidad, el Dios todopoderoso que se hace hombre en la fragilidad de un niño, ¡Magnifico misterio! Esa es la esencia de la navidad; Dios que se hace hombre, el espíritu que se hace carne, la eternidad que entra en el tiempo, el nacimiento del niño Jesús.

Sin embargo, año tras año, se insiste en celebrar una navidad sin el niño Jesús. Una navidad herida en su más profundo sentido, una navidad en la que los ingredientes principales de la fiesta son los arbolitos, regalos, ‘papanueles’, abrazos, panteones, pavos bien sazonados y abundante champagne; para una fiesta como la navidad, todos estos ingredientes tienen su lugar y vale la pena, sin embargo, lo que no vale la pena es que se deje a un lado el motivo principal de tanta algarabía, aquel motivo por el que tiene sentido armar un arbolito, encender lucecitas de colores, comer el panteón o pavo, incluso beber una buena copa de un buen champagne. Ese motivo principal es el Nacimiento de Jesús. Lamentablemente en los últimos años se ha ido quitando el carácter trascendente de la navidad, la esencia de la navidad, y no es raro que a mucha gente no le guste esta fiesta, o que en vez de llenarle de alegría, la navidad le cause tristeza, porque al ser ‘inmanente’ el espíritu de la navidad, la alegría y la felicidad se reduce a acontecimientos meramente humanos y materiales.

Y para terminar, quiero citar una frase: “sin Jesús no hay navidad”, no recuerdo exactamente donde lo leí, pero es precisamente esta frase la que resume el presente artículo. Antes de que Jesús naciera, José y María en Belén buscaban un lugar donde pasar la noche, un lugar donde hospedarse. Desde aquella noche año tras año, siguen buscando donde hospedarse, donde pasar la noche, donde dar a luz a su hijo, en definitiva, Jesús sigue buscando un lugar donde nacer, no le cierres las puertas de tu corazón, de tu vida, de tu hogar, de tu familia. Que el nacimiento de Jesús llene de alegría nuestros corazones.